Hay silencios que no son distancia, son descanso

El silencio no siempre es desconexión; a veces, es protección, descanso y sanación. En este blog reflexionamos sobre cómo los momentos de quietud nos permiten sanar, reconectar y vivir con más paz.

Psic. Javier Salas Lezama

10/24/20251 min read

Hay silencios que no son distancia, son descanso

En un mundo donde la banalidad del ruido constantemente nos rodea, el silencio ofrece un refugio único para la mente y el alma. A veces, el silencio no es ausencia de palabras, sino presencia de sanación.

Cuando escuchamos la frase “hay silencios que no son distancia, son descanso”, se abre un espacio de reflexión profunda. Es un recordatorio de que callar no siempre es alejarse… a veces, simplemente es cuidarse.

El silencio también sana

Sanar no siempre implica acción. Hay heridas que necesitan quietud, no movimiento. El silencio se convierte en ese espacio donde el alma puede respirar sin exigencias, donde el cuerpo descansa y la mente se ordena.

En esos momentos, no estás evadiendo… estás procesando. Estás entendiendo lo vivido, dejando ir lo que pesa, reencontrándote contigo.

A veces, el mayor acto de amor propio es quedarse en silencio para escucharse a uno mismo.

Silencio no es desconexión, es protección

Vivimos en un entorno ruidoso: notificaciones, conversaciones, juicios, exigencias.
Pero el silencio tiene la capacidad de bajar el volumen del mundo para subir el volumen interno.

Alejarte por un momento, guardar silencio, cerrar ciclos en silencio o simplemente desconectarte… no es egoísmo.
Es una forma de decirte: “mereces paz, aunque nadie más lo entienda.”

Reflexión final

Así como en la música, las pausas dan forma a la melodía, el silencio da profundidad a nuestra historia.
No todos lo van a comprender, y no todos necesitan hacerlo.

No te sientas culpable por necesitar silencio. No te justifiques por descansar.
A veces, no responder, no explicar, no estar... es el descanso que tu alma necesita.

Recuerda: Hay silencios que no son distancia, son descanso. Y ese descanso, también es parte de tu sanación.