La Depresión Infantil: Una Realidad que No Debemos Ignorar
Descripción de la publicación.La depresión infantil es una realidad que muchas veces pasa desapercibida. En este artículo te explico cómo identificar sus síntomas, qué impacto tiene en la familia y cómo padres y cuidadores pueden brindar apoyo emocional efectivo desde el hogar y con ayuda profesional.
Psic.Javier Salas Lezama
5/6/20252 min read


La Depresión Infantil: Una Realidad que No Debemos Ignorar
La depresión en niños es un problema serio de salud mental que puede afectar profundamente su bienestar emocional, social y académico. Aunque solemos asociar la depresión con los adultos, cada vez es más evidente que los niños también pueden enfrentar esta condición, incluso desde edades tempranas.
¿Cómo se manifiesta la depresión en la infancia?
Los síntomas de la depresión infantil pueden parecerse mucho a los de los adultos, pero suelen expresarse de manera diferente. Algunos de los signos más comunes incluyen:
Tristeza persistente o irritabilidad.
Ansiedad o miedos constantes.
Aislamiento social o dificultad para interactuar con otros niños.
Cambios en los patrones de sueño (insomnio o sueño excesivo).
Falta de motivación o energía.
Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban.
Bajo rendimiento escolar.
Sentimientos de desesperanza o inutilidad.
Pensamientos de autolesión o suicidio (en casos más graves).
Es importante observar estos síntomas y no minimizarlos, ya que pueden reflejar un malestar emocional profundo que necesita ser atendido.
El impacto en la familia
Cuando un niño sufre depresión, toda la familia se ve afectada. Es común que madres, padres o cuidadores se sientan confundidos, culpables o impotentes ante el sufrimiento de su hijo. Sin embargo, no están solos: existen formas efectivas de ayudar.
¿Qué pueden hacer los padres?
Uno de los pasos más importantes es buscar atención profesional. Un especialista en salud mental infantil podrá evaluar al niño y, si es necesario, proponer un plan de tratamiento que puede incluir:
Psicoterapia (terapia psicológica adaptada a la infancia).
Acompañamiento familiar.
En algunos casos, el uso de medicamentos.
La terapia psicológica es una herramienta clave: permite al niño expresar lo que siente, entender sus emociones y desarrollar estrategias para afrontar las dificultades de forma saludable.
El rol de la familia en la recuperación
Además del apoyo profesional, el entorno familiar juega un papel fundamental en el proceso de recuperación. Algunas acciones que pueden marcar una gran diferencia son:
Establecer rutinas y límites claros, que proporcionen seguridad y estructura.
Brindar un ambiente emocionalmente seguro y amoroso, donde el niño se sienta escuchado y comprendido.
Fomentar el disfrute de actividades recreativas, sin presiones ni exigencias.
Compartir tiempo de calidad, demostrando interés genuino por lo que el niño vive y siente.
Conclusión
La depresión infantil no es un signo de debilidad ni una etapa que simplemente pasará. Es una condición real que requiere comprensión, acompañamiento y tratamiento adecuado. La buena noticia es que, con el apoyo adecuado, muchos niños logran superar la depresión y desarrollarse plenamente.
Si notas que tu hijo o hija presenta algunos de estos síntomas, no dudes en buscar orientación profesional. La intervención temprana puede hacer una gran diferencia en su calidad de vida y bienestar emocional.