La lucha por la aceptación personal: tu cuerpo no tiene que gustarle a nadie más que a ti

En una sociedad que impone estándares de belleza, aceptarse tal como somos se vuelve un acto revolucionario. Este blog invita a reflexionar sobre la relación con nuestro cuerpo y el poder de habitarlo desde la autenticidad, no desde la aprobación externa.

Psic. Javier Salas Lezama

8/21/20252 min read

A solitary daisy blooms against a dark background.
A solitary daisy blooms against a dark background.

La lucha por la aceptación personal

Tu cuerpo no tiene que gustarle a nadie más que a ti

Vivimos en un mundo donde la imagen ha cobrado un protagonismo excesivo.
Donde los “likes” parecen medir el valor de un cuerpo.
Y donde, muchas veces, lo que somos queda opacado por lo que “deberíamos ser”.

Pero hay una verdad que alivia, que libera y que reconecta:
Tu cuerpo no tiene que gustarle a nadie más que a ti.

La presión de encajar

Desde muy temprano, aprendemos a mirar nuestro cuerpo desde los ojos de los demás:
🔹 Comentarios familiares sobre el peso.
🔹 Comparaciones en redes sociales.
🔹 Modelos inalcanzables de belleza.
🔹 Elogios que solo llegan si cumplimos ciertos “estándares”.

Todo esto construye una narrativa peligrosa:
que tu cuerpo vale solo si agrada a los demás.

Y ahí comienza una lucha silenciosa: la de moldearte para encajar, en lugar de habitarte en paz.

La autoimagen como campo de batalla

Cuando vivimos bajo la mirada externa, la autoimagen se vuelve un territorio hostil.
Nos juzgamos, nos exigimos, nos rechazamos.
Cada espejo se convierte en un enemigo.
Cada foto, en una amenaza.

Pero no viniste al mundo a gustarle a todos.
Viniste a habitarte, a sentirte, a ser.

Aceptar tu cuerpo no significa resignarte.
Significa reconocer su historia, su fuerza, su belleza real, no filtrada.

Habitarte con amor

Amar tu cuerpo no es un acto superficial, es un ejercicio profundo de amor propio.
Es mirar tus cicatrices con respeto.
Es dejar de hablarte con dureza.
Es cuidarte porque te valoras, no porque quieres encajar.

🔸 Cambia el diálogo interno.
🔸 Agradece lo que tu cuerpo hace por ti cada día.
🔸 Rodéate de espacios donde no necesites fingir.

El cuerpo no es un adorno. Es tu hogar.
Y tu bienestar emocional comienza cuando haces las paces con él.

Reflexión final

No necesitas la aprobación del mundo para sentirte valioso.
No necesitas parecerte a nadie más para ser digno de amor.

Tu cuerpo no tiene que gustarle a nadie más que a ti.
Y cuando logras habitarlo desde la aceptación, la paz se vuelve posible.

💬 ¿Te cuesta aceptarte tal como eres?

La terapia puede ayudarte a reconstruir la relación con tu cuerpo desde un lugar de compasión, respeto y verdad.
👉 Agenda una sesión desde la sección de contacto.