No todos te van a entender, y eso también está bien
Aceptar que no todos te van a comprender o validar es un acto de libertad emocional. En este blog hablamos sobre la importancia de sostener tu autenticidad, aprender a soltar la necesidad de aprobación y construir una vida fiel a ti mismo.
Psic. Javier Salas Lezama
10/16/20252 min read


No todos te van a entender, y eso también está bien
En un mundo que constantemente nos invita a encajar, hay algo profundamente liberador en aceptar que no todos te van a entender, y que no estás obligado a gustarle a todo el mundo. Esta frase, lejos de ser pesimista, es un acto de madurez emocional.
Aprender a vivir con esa verdad no solo nos libera de la ansiedad por agradar, sino que también nos empuja hacia una vida más auténtica y coherente con quienes realmente somos.
La importancia de ser tú, incluso cuando no te entienden
Muchas personas viven atrapadas en el miedo a ser juzgadas o malinterpretadas. Cambian su forma de hablar, de vestir, de actuar… todo con tal de ser aceptadas. Pero esa aceptación basada en una versión editada de ti mismo termina por vaciarte.
La autenticidad es una forma de autocuidado emocional.
Y cuando eliges ser tú, incluso si eso incomoda a otros, estás tomando una decisión profundamente valiente: elegirte a ti por encima de las expectativas ajenas.
Aceptar que no todos se van a quedar
Hay personas que no van a entender tu forma de ver el mundo, tus decisiones, tus procesos de sanación o tu manera de amar. Y eso está bien.
No todos tienen que quedarse, ni todos tienen que aplaudir tu camino.
Lo importante es que tú sí te entiendas. Que tú sí te abraces.
Porque vivir para agradar a todos es la receta perfecta para perderte a ti mismo.
¿Cómo sostener tu autenticidad sin culpa?
Aquí algunos recordatorios esenciales:
🔹 No eres para todos, y eso no te hace menos valioso.
🔹 Está bien cambiar, evolucionar y tomar distancia de lo que ya no te hace bien.
🔹 Rodéate de personas que te acojan sin exigirte versiones distintas de ti.
🔹 La conexión más importante es la que tienes contigo.
Reflexión final
A veces, el ruido externo puede hacerte dudar de tu esencia.
Pero recuerda: quien está bien consigo mismo, no necesita convencer a nadie.
No todos te van a entender.
No todos se van a quedar.
Pero tú sí puedes elegir quedarte contigo, con lo que eres, con lo que has aprendido, con tu historia.
Y eso es más que suficiente.
