Terapia no es para locos. Es para quienes están listos para dejar de huir de sí mismos.
La terapia no es un signo de debilidad, sino de valentía. En este blog exploramos por qué acudir a terapia no es “estar mal”, sino un acto consciente de sanación y autoconocimiento. Dejar de huir de uno mismo es el primer paso hacia una vida más libre, plena y emocionalmente saludable.
Psic. Javier Salas Lezama
6/12/20252 min read


Terapia no es para locos.
Es para quienes están listos para dejar de huir de sí mismos
Durante años, la palabra “terapia” ha estado rodeada de prejuicios. Para muchos, ir al psicólogo se asocia con “estar mal”, “no poder solo” o incluso “estar loco”. Nada más alejado de la realidad.
Terapia no es para los débiles. Es para los valientes.
Es para quienes se atreven a mirar hacia adentro y dejar de huir de su historia, sus emociones, sus vacíos y sus heridas.
¿Por qué evitamos la terapia?
Porque muchas veces fuimos educados para resistir, aguantar, callar, minimizar.
Nos enseñaron que llorar es debilidad. Que si hablas de tus emociones, estás exagerando. Que si pides ayuda, fracasaste.
Por eso evitamos parar. Nos llenamos de trabajo, de ruido, de ocupaciones.
Todo antes que mirar de frente lo que duele.
Pero llega un punto donde el cuerpo grita lo que el alma calla.
Ir a terapia no significa que estás roto
Significa que estás listo para sanar, reconstruirte y conocerte sin máscaras.
Significa que estás cansado de cargar lo que no te pertenece.
Que quieres entender tus relaciones, tu ansiedad, tu tristeza, tu historia.
Terapia es ese espacio donde por fin puedes decir lo que nunca dijiste.
Donde no tienes que fingir, rendir cuentas, ni complacer a nadie.
¿Qué pasa en terapia?
Pasa lo que casi nunca pasa en otros lugares:
Alguien te escucha. De verdad.
Sin juzgarte. Sin interrumpirte. Sin querer cambiarte.
A veces se llora. A veces se ríe.
Pero siempre se avanza, aunque sea un paso a la vez.
Es un espacio de conciencia, de sanación, de reconexión contigo mismo.
No es para “locos”. Es para humanos
Terapia es para:
Quien quiere sanar heridas de la infancia.
Quien repite patrones que no entiende.
Quien siente que algo no está bien, pero no sabe qué.
Quien quiere vivir con más paz, más claridad, más autenticidad.
Reflexión final
Dejar de huir de ti mismo es el acto más valiente que puedes hacer.
La terapia no lo resuelve todo mágicamente, pero te acompaña a mirar con amor lo que antes dolía con miedo.
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